Guatemala, octubre de 2014 e.p.c.
Se toma con toda normalidad
que estamos en la era cristiana, los libros de historia marcan un antes y
después de Cristo; año 2014 d.C., pero eso no deja de ser una mera referencia.
El impacto revolucionario y
positivo del pensamiento de Cristo está muy lejos de ser efectivo y valorado en
la conducta humana, en la cultura, economía o política.
Las ideas del amor al
prójimo, el bien común, el respeto a la vida, a la dignidad de la persona, la
acción preferencial a los pobres aún siguen siendo ideas inaplicadas en muchas
partes del mundo.
No se tiene que buscar mucho
para darse cuenta que las dinámicas negativas que encontró Cristo siguen
vigentes, desde la codicia, el abuso de poder, la falta de misericordia y compasión. Siguen las guerras, la intolerancia, el fanatismo
religioso, los genocidios; los
sistemas económicos de exclusión basados en el egoísmo, la explotación y
humillación de la persona y la naturaleza. Dos mil años de pensamiento
cristiano han hecho poca mella en la mente de muchos.
La idea sigue siendo una
utopía (en ningún lugar); el
entusiasmo por Cristo es cosmético o de apariencias sociales entre muchos cristianos de todas las
denominaciones; para la celebración de ferias populares, la semana santa, la navidad, bodas o
funerales; aún detenidos en el tiempo, contaminada por las mismas
viejas pasiones; con mercaderes y corruptos en los templos, sin entrar en los cambios fundamentales en la vida
de persona y la sociedad. Los números no dicen nada de la calidad del
cristiano.
El cristianismo aun no es
una realidad en gran escala; es débil, que
no entusiasma ni orienta a los que deben tomar las decisiones importantes en la
familia, educación y el Estado.
Las proporciones son
difíciles de establecer sobre la práctica vivencial del cristianismo y el
cristianismo cosmético de apariencias.
Pero el ruido que hacen los no o
medios cristianos es muy fuerte.
Es una ilusión proclamar la era cristiana con resultados tan
pobres. Hace falta mucho trabajo de educación y testimonio; es difícil convencer a tantos reacios sobre el
modelo de la civilización del amor que
propone Cristo.
Civilización
debe ser una idea basada la formación y
permanencia de la persona buena, en paz, con dignidad, el bien común; y no sólo
en hacer algo, aunque sea arte, tecnología, ciudades
y barbaridades.
Aun estamos en la vieja
civilización, de la adoración del becerro de oro (dólares, euros, yuanes); están
entusiasmados por el desarrollo de las ciudades y rascacielos, la sofisticación
cultural y tecnológica; el triunfalismo militar y económico, lo material y las
apariencias.
Es un grave error de percepción
histórica que confunde; o brinda una imagen de legitimidad a tiranos y malvados,
que se cubren con el manto (muy conveniente) del cristianismo para cometer
atrocidades como en las Cruzadas, la
conquista (o invasión) europea de América; dictadores, políticos corruptos y
criminales que van a misa; a religiosos que cometen actos inmorales. Son los que le han dado la mala fama y
provocado la resistencia y desconfianza entre los no creyentes.
Sería bueno cambiar la forma de marcar los hitos históricos (tarea
en realidad casi imposible) de mantener la reserva sobre la efectividad de la
proclamación de la era cristiana con plena vigencia. Como el sin sentido e ironía de llamar Tierra Santa
donde aun no se practica la santidad con plenitud con respeto a la vida y dignidad de las personas, judíos,
cristianos y musulmanes.
Se ha
simplificado y banalizado el significado de Era Cristiana. El pensamiento
cristiano aún está “en construcción operativa”, de interpretación,
implementación, discusión y correcciones en su aplicación; con muchas
versiones, unas contradictorias.
Por mi parte, leo los libros
de historia y periódicos con otra perspectiva, de que estamos aún en la Era Pre Cristiana; hace falta mucho trabajo y
tiempo para llegar a la era cristiana efectiva. Ya se propuso un buen proyecto para
la humanidad hace 2,000 años; hacia el perfeccionamiento humano y social; pero aun
tiene un largo recorrido lleno de obstáculos viejos.
¿No hay comentarios? Se me hace que les diste duro a muchos que se sienten unos "Buenos cristianos" Y niegan todas las atrocidades que has mencionado Chonsen. Yo soy cristiano. Aunque no católico. Pero sufro de similares debilidades. Aunque no odio, no robo, no mato, y no hago muchas cosas que van en contra de la humanidad. Tampoco puedo negar que como seres humanos nos hemos cagado en sus conceptos y si bien muchos no matamos. Muchos otros odiamos, despreciamos, robamos, chismoseamos, adulteramos, y otra serie de cosas que no van con la filosofía de Cristo. Pero que nos separa drásticamente de El y de Dios mismo. Decidimos cuales preceptos vamos a cumplir y cuales vamos a omitir. Nos golpeamos el pecho en las épocas santas pero fornicamos en las otras épocas del año. Celebramos su muerte y resurrección en una fecha del año, o en cada domingo del mes. Para recordarnos por que vino a morir ese Dios hecho hombre. Pero al siguiente día robamos en el trabajo por que el jefe tiene mas de lo que necesita. Y nos instalamos como iguales a Dios para dar un veredicto certero que nos permite robar sin sentirnos mal y sin temer el castigo eterno. Nos engañamos a nosotros mismos. Pensando que el chisme es algo sin problema. Que mientras sea la verdad, no vamos a tener rencía con Dios of su hijo. Dictamos juicio en contra del homosexual por su "gran pecado" pero nos callamos cuando ultrajamos el templo del Espiritu Santo al acostarnos con una ramera o al acostarnos con alguien que nos es nuestra pareja matrimonial. A la cual hemos hecho votos de singularidad sexual. Simplemente no nos sentimos mal ni nos condenamos a nosotros mismos cuando deseamos a la mujer ajena, al carro del prójimo, o la felicidad del mismo. Concuerdo con vos Enrique, la Era Cristiana no ha empezado. Cristo murió hace mas de 2000 años y su muerte aun no ha doblegado nuestra ignorancia y nuestro orgullo de superioridad. Y nos hundimos mas en nuestro propio pecado y nos ahogamos en sus consecuencias y lloramos preguntándonos ¿Por que yo? ¿Qué estoy pagando yo? Justos pagan por pecadores. Esa es la gran mentira. Pecadores menores pagan igual que pecadores mayores. Ni aun la ignorancia es pretexto ante el juicio de Dios. Nuestro deber es saber o aprender lo mejor que podamos cual es su voluntad. Pues nadie logro clamar ignorancia ni en el Antiguo Testamento, cuando debían hacer sacrificios por los pecados por ignorancia. Ni lo lograrán hacer en el Nuevo Testamento cuando Cristo murió para lograr que todos tuviéramos la oportunidad de la Gloria. Preferimos seguir ignorantes y en el Status Quo para vivir nuestra vida. Y para mientras la humanidad se deshumaniza. Y los mas pobres se hacen mas pobres y sufren mas. Si estuviéramos en la era cristiana eso estaría erradicándose por amor y con ejemplo mas que por obligación y por el que dirán. Concuerdo con vos, Enrique, concuerdo con vos.
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